¿Sabías que Andorra tuvo un rey durante 13 días? Si te gusta la historia y la aventura, este artículo es para ti.
La historia del Principado está llena de anécdotas y curiosidades que la hacen única y especial. Una de ellas es la de los 13 días en que un hombre, Boris Skossyreff, se autoproclamó rey de Andorra, en 1934.
¿Quién fue Boris Skossyreff?
Boris Skossyreff fue un aventurero y estafador nacido en Vilna, en 1896. Durante su vida, se movió por diversos países de Europa, Asia y África, haciendo negocios y viviendo de forma aventurera. Pertenecía a una familia de la nobleza rusa, la cual se distinguió en los ejércitos del zar.
Estancia en Andorra de Boris Skossyreff
La primera estancia de Boris Skossyreff fue en la población de Santa Coloma, cerca a San Julià de Lòria, en una vivienda que todavía se conserva y es conocida como la “casa de los rusos”.
En 1934, llegó a Andorra y se presentó como un noble húngaro exiliado, lo que le permitió ganarse la confianza de algunos habitantes de la pequeña nación pirenaica. Mantuvo largas conversaciones con campesinos, artesanos y responsables de la política andorrana.
El 8 de julio de 1934, Skossyreff declaró que había sido elegido por el pueblo andorrano como su nuevo rey. Se autoproclamó como Boris I y se puso una corona improvisada sobre la cabeza. Skossyreff pensaba que, al ser Andorra un país sin un jefe de Estado reconocido, podría hacerse con el poder sin demasiados problemas. No obstante, su intento de coronarse como monarca fue breve y polémico, siendo deportado a Francia después de sólo 13 días en el trono. A pesar de que algunos andorranos lo apoyaron al principio, pronto comenzaron a surgir las dudas sobre su verdadera identidad y sus intenciones. Además, el gobierno francés, que en aquel entonces tenía una gran influencia sobre Andorra, no estaba dispuesto a tolerar la presencia de un rey no reconocido en la región.
La historia de Skossyreff ha sido utilizada en diversas ocasiones como una herramienta de marketing turístico.
A pesar de su corto reinado, la figura de Boris Skossyreff sigue siendo recordada en Andorra como una curiosidad histórica. Aunque su intento de convertirse en el rey de Andorra fue un fracaso, su historia demuestra el carácter único y sorprendente del Principado.
Finalmente, la historia de Skossyreff también ha sido utilizada en diversas ocasiones como una herramienta de marketing turístico. Algunas empresas del sector han creado tours y rutas que recorren los lugares donde vivió y actuó durante su breve reinado, lo que ha generado cierto interés y curiosidad entre los turistas que visitan Andorra.